El amor lo tenías suspirando al cielo,
Cuando el sol entraba en tus poros,
El amor era cuando te arrimabas a mi espalda.
El amor eras vos misma riéndo de tus propios chistes,
Vos eras el amor.
El amor lo tenías ahí, frente a tus ojos, gritando clemencia.
El amor eras vos frente al espejo.
Siempre fuiste tú, nunca lo viste,
Ahí estaba, esperando ser reconocido.
Bienvenido amor propio.
Atentamente: la demencia tu mejor amiga.
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